Tienes ideas preestablecidas que trabajan sobre tu arte como reglas ocultas que lo limitan.
Algunas vienen de lo que observas: la duración de las canciones que suenan en la radio, el género, las formas de cantar, bailar, de qué y cómo hablan las letras, los instrumentos que se usan y cómo están tratados, la música que sale por un sello discográfico que publica a artistas que admiras. Lo que otros están haciendo, lo que “funciona”. Sin saberlo, puede que estés intentando crear dentro de esos marcos porque quieres lograr algún objetivo externo: gustar, estar de moda, encajar, codearte con tus ídolos, salir en las noticias.
Las reglas ocultas también pueden venir de lo que escuchaste alguna vez, incluso de gente a la que admiras. Algo que leíste en un libro, algo que te dijeron de niño, algo que es la norma a tu alrededor: sólo la música clásica es música, la teoría de música te limita y es mejor no aprenderla, los instrumentos analógicos suenan mejor que los digitales, los buenos músicos tienen oído absoluto, no debo salirme de una escala, yo no sé cantar, yo no soy musical porque no veo en mí lo que otros tienen, necesito tener o saber tocar un instrumento para componer.
LAS REGLAS TE LLEVAN A COMPORTAMIENTO PROMEDIO, A HACER ARTE PROMEDIO, A DAR OPINIONES PROMEDIO.
Como artistas, aspiramos a hacer trabajo excepcional. No lo que hacen otros a nuestro alrededor. El promedio no es algo a lo que aspirar. Para ser excepcionales, para encontrar lo único, tenemos que sintonizar nuestra antena y escuchar lo que oímos dentro. Llámale “el universo”, “tu voz interior” o como quieras. Lo que oyes cuando estás sólo pero nunca compartes. Lo que tú sientes o piensas realmente. Cómo tu ves el mundo. El trabajo más interesante será seguramente el que no sigue ninguna de tus reglas. Comunica tu perspectiva única. El arte que genera cambios y movimiento es el que no sigue las normas.
Nadie está esperando arte parecido al que ya existe.
TUS REGLAS, A PRUEBA
Intenta detectar tus reglas. Cada vez que digas o hagas algo, intenta preguntarte “¿De dónde viene esto? ¿Se me ocurrió a mí? ¿Tengo evidencia para decir lo que estoy diciendo? ¿Qué pasaría si pruebo lo contrario? Tu arte se verá beneficiado de estas preguntas. Ayudará a su autenticidad.
Prueba las reglas opuestos. Si piensas que no tienes que salirte de la escala, prueba salirte. Si piensas que tu canción debería durar 8 minutos, prueba una versión de 4 o, aún mejor, deja que la canción misma te diga cuánto debe durar. Si piensas que la música debe venir de una inspiración interior, intenta hacer música que acompañe una imagen. Si piensas que un instrumento suena mejor que otro, utiliza el otro. Si eres hábil en el piano y tu compañero en la guitarra, inviertan instrumentos. Para cada cosa que asumas mejor o superior, prueba su opuesto e incluso el extremo de su opuesto. ¿Cómo es el resultado?
LO QUE HAY AFUERA SIRVE
Lo que hay afuera sirve como inspiración, como punto de partida. Incluso copiarlo sirve como gran entrenamiento. Frecuentemente los que innovan pueden hacerlo porque su conocimiento de las reglas es muy profundo. Entienden de dónde vienen, por qué y cuándo aplican y gracias a esto encuentran fácilmente el momento para romperlas. Por otro lado, quienes innovan pueden hacerlo también por el desconocimiento total de las reglas y de las normas. De partida, no están influenciados por ellas. Las reglas pueden servirnos o limitarnos.
AL INNOVAR, NO CREES NUEVAS REGLAS
Si logras innovar, el riesgo es el de crear algo nuevo que crees que es la nueva norma, lo nuevo que funciona. Mantente con el mismo espíritu crítico y abierto. No conviertas esta nueva idea en tu nueva identidad o religión. Sigue sintonizando la antena. Si encuentras una paleta de sonidos que queda muy bien y haces un álbum increíble con ella, al terminar el álbum, crea una nueva. No te estanques. Esto no significa renegar de lo aprendido. Lo que has aprendido en el camino estará siempre contigo y te acompañará como tu forma de ver el mundo.
ALEX TOMS
EL CORTE
20 DE FEBRERO DE 2023
Inspirado en el capítulo “Rules” del libro “The Creative Act” de Rick Rubin.
No hay verdad en lo que lees en este artículo, sólo opiniones. Conclusiones y pensamientos sobre lo que observo. Toma lo que resuene. Descarta lo que no. Cuando algo te moleste, pregúntate por qué. No es importante que estés de acuerdo. Sí es importante que reflexiones sobre estos temas. Escucha tu voz y forja tu identidad creativa.
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